Descubre más acerca del Biofilm bacteriano

19 de marzo de 2025
El biofilm bacteriano es una capa de tacto viscoso y resbaladizo que actúa como una barrera protectora para impedir la acción de los productos químicos frente a los microorganismos.
El biofilm es una forma de defensa de los microorganismos, pero también la manera más común en la que crecen las bacterias en ambientes con humedad. La mayoría de los biofilms bacterianos se desarrollan en entornos acuosos con una humedad relativa superior al 80%, puesto que la presencia de agua es fundamental para hacer posible el crecimiento del biofilm.
Es frecuente encontrar el biofilm bacteriano recubriendo las superficies del interior de la piscina y otras partes de la instalación como el filtro o las tuberías. No obstante, es más común la presencia de biofilm en otros tipos de instalaciones acuáticas como los jacuzzis o spas debido a la alta temperatura del agua y la gran afluencia de bañistas.
Biofilm: ¿qué es?
El biofilm está compuesto por una matriz extracelular en un 80% y células microbianas (bacterias y hongos). En definitiva, un biofilm es una comunidad de microorganismos unidos entre sí, embebidos en una matriz extracelular y adheridos a un soporte sólido inerte o vivo.
La matriz de la composición protege los microorganismos y facilita su supervivencia frente a agentes externos como los productos desinfectantes y otros químicos.
Biofilm bacteriano: problemas
La formación de biofilm puede provocar la obstrucción de los conductos del circuito de una piscina, por lo que disminuye la velocidad del flujo del agua.
También reduce la transferencia de energía de los sistemas de climatización al agua de la piscina, lo cual supone la pérdida de eficiencia energética y un aumento en el coste de la energía.
Además, puede llegar a causar la corrosión del acero inoxidable de los elementos metálicos de la piscina.
Biofilm bacteriano: tratamiento
La mejor manera de prevenir la aparición de biofilm bacteriano en la piscina es inspeccionar las distintas partes y elementos que componen la instalación. Para ello, es necesario identificar aquellas zonas en las que se pueden formar los biofilms, es decir, con una limpieza insuficiente o donde haya agua, materia orgánica y microorganismos contaminantes. También es esencial llevar a cabo una rutina de mantenimiento periódica y reemplazar algunos elementos, como el filtro, en función de las recomendaciones indicadas por el fabricante.
El cepillado contribuye a evitar la acumulación de biofilm en las paredes y el fondo de la piscina, mientras que cubrir el agua con un cubre piscinas impide la caída de agentes contaminantes.
Además de comprobar la eficacia de los métodos de limpieza y desinfección aplicados, se recomienda cambiar los productos químicos utilizados para evitar que los microorganismos se adapten a sus propiedades.