¿Qué es la alcalinidad del agua en piscinas?
07 de diciembre de 2023
Cloro, pH, alcalinidad… es inevitable leer o escuchar alguna de estas palabras y no pensar en una piscina. No son lo mismo, pero todas ellas están relacionadas. Y sí, todas están vinculadas con el sector de la piscina. Y también, todas influyen entre sí. Tenemos claro que el cloro es un producto químico y que el pH es la unidad de medida que permite saber el grado de acidez de una piscina, así como que ambos parámetros deben estar en los niveles adecuados para mantener el agua transparente, limpia y sana. El desajuste de alguno de ellos dará lugar a la pérdida de estas características y a la aparición de agua turbia en tu piscina. Pero ¿sabes lo que es la alcalinidad en las piscinas? Te lo contamos.
La alcalinidad del agua en una piscina es la capacidad que posee el agua para resistir un cambio en el pH cuando se añade ácido. Así, la alcalinidad en piscinas contribuye a regular las modificaciones que sufre el pH del agua debido a diversos factores externos.
Entonces, ¿es lo mismo el pH que la alcalinidad? ¡No! El pH mide el nivel de acidez del agua, mientras que el concepto de alcalinidad hace referencia a la capacidad del agua para neutralizar esa acidez. Tampoco es lo mismo la alcalinidad del agua que un pH alcalino, es decir, cuando el valor del pH es igual o superior a 7,0.
El agua alcalina se debe a la presencia de sustancias disueltas que neutralizan los ácidos (iones de carbonato, bicarbonato e hidróxido). El nivel óptimo de alcalinidad del agua de la piscina se sitúa entre 125 y 150 ppm (partes por millón), aproximadamente. Así pues, se considera baja cuando el valor es inferior a 100ppm y alta cuando supera los 175ppm.
Además de equilibrar el valor del pH, la alcalinidad del agua en la piscina asegura el funcionamiento de otros productos químicos que se utilizan en una piscina. También evita que algunas sustancias como las algas o los microorganismos aparezcan y proliferen en la piscina.
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¿Cómo subir o bajar la alcalinidad de una piscina?
La alcalinidad de la piscina se reduce con ácido. Otra opción es utilizar un disminuidor de pH en formato líquido o sólido, que actuará durante las horas siguientes.
En cambio, para aumentar la alcalinidad del agua de la piscina y regular el pH es necesario echar bicarbonato de sodio al agua de manera gradual. No obstante, cuanto mayor es la alcalinidad en una piscina, más difícil es que cambie el pH gracias a su capacidad para neutralizar el ácido.
Debes tener en cuenta que todos estos productos y conceptos interfieren en el adecuado mantenimiento de tu piscina, por lo que debes tenerlos bajo control y estar atento a las posibles alteraciones que sufra cada uno de ellos, ya que esa variable influirá directamente sobre el nivel de los demás valores. Recuerda: si los cuidas a ellos, te cuidas tú.
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