¿Qué tipo de piscina portátil es el ideal para tu jardín?

De hecho, las piscinas hinchables o piscinas autoportantes son de una sola pieza de PVC y carecen de dicha estructura. En su caso, se mantienen firmes al inflar el anillo de la parte superior, que actúa como un flotador. Son la alternativa más económica y la instalación es la más simple y rápida. Por el contrario, su apariencia tiene menos personalidad que el de otro tipo de piscina portátil, ya que se trata de diseños prefabricados con medidas preestablecidas.

Las piscinas portátiles tubulares son la clase de piscina portátil más común. Está sujeta a tubos metálicos de acero y revestida con un liner de PVC (lámina impermeable que reviste el interior de la piscina). Hay piscinas portátiles tubulares en diversas formas y tamaños. Se recomienda instalar entre la estructura y el terreno una lona que evite posibles roturas o pinchazos, ya que el riesgo de sufrir este tipo de accidentes en una piscina portátil tubular es mayor que en otras clases de piscinas desmontables al no estar recubiertas de materiales más duros o resistentes como la madera o el acero.

La estructura de las piscinas portátiles de plástico o las piscinas portátiles de madera son similares, ya que se arman con distintos paneles, pero la esencia del material con el que está fabricada les otorga diferentes características. Una piscina portátil de plástico destaca por su ligereza. Por el contrario, la piscina portátil de madera, compuesta por paneles de madera previamente tratada para resistir la humedad y evitar la putrefacción, se refuerza con una estructura de acero que aporta estabilidad y garantiza una mayor vida útil. Además, el aspecto es más natural.

Por otra parte, los atributos de las piscinas portátiles de composite son semejantes a los de las piscinas portátiles de madera. En cambio, este material es sintético, por lo que es muy resistente al deterioro de la infraestructura y no requiere tanto mantenimiento.