¿Cómo aumentar el pH en una piscina salina?
9 de julio 2024
El pH (potencial de hidrógeno) es uno de los parámetros más importantes del agua de una piscina, puesto que revela su nivel de acidez. El valor idóneo de este indicador debe situarse entre 7,2 y 7,6. La sal de las piscinas saladas favorece el incremento del pH, así como las consecuencias que conlleva para los bañistas y para la piscina. La solución a este tipo de problemas es la instalación de un regulador automático de pH, un aparato que mide y regula el valor de este parámetro de forma constante evitando alteraciones para mantener un pH neutro.
Aumentar pH piscina salina
A pesar de que el pH de la piscina tiende a subir de manera natural en las piscinas de sal, otros factores pueden provocar su disminución, por lo que es importante saber qué necesitas en ese momento para subir pH piscina cloración salina. El carbonato de sodio es un producto utilizado en los sectores de la limpieza y la industria, pero también es el más adecuado para aumentar el pH de una piscina salina debido a su naturaleza alcalina, la cual lo convierte en un agente limpiador y desengrasante.
Para conseguir una distribución uniforme del carbonato de sodio en la piscina, favorecer su disolución y asegurar circulación del agua, la aplicación del producto se lleva a cabo de forma gradual y con la depuradora en funcionamiento.
Si el pH no vuelve a situarse en el nivel adecuado en las siguientes seis horas desde la aplicación del carbonato de sodio, será necesario volver a realizar el procedimiento, ya que un pH desequilibrado genera efectos adversos que impide el uso de la piscina.
Subir pH en piscina con clorador salino: causas y consecuencias
Los fenómenos meteorológicos como la lluvia, el empleo de producto químicos de desinfección y la evaporación del agua son algunos de los factores que fomentan la reducción del pH en una piscina salada. Otra de las causas que disminuyen el valor del pH es la corrosión generada por el cloro que produce el clorador salino a partir de la sal.
Por otra parte, un nivel bajo de pH tiene consecuencias tanto en el estado de la instalación como en la salud de los usuarios, ya que puede llegar a provocar daños en el sistema de filtración y en el revestimiento, además de la corrosión de las partes metálicas de la piscina (barandillas, escaleras…). También disminuye la capacidad desinfectante del cloro, lo que fomenta la proliferación de algas y otros microorganismos. El peor de los efectos adversos que produce un pH inferior a 7,2 es la irritación en la piel y los ojos de los bañistas.
Subir alcalinidad piscina con clorador salino
La alcalinidad es la cantidad de componentes alcalinos (carbonatos, bicarbonatos e hidróxidos) que se encuentran presentes en el agua e interfieren en los posibles cambios que puede sufrir el pH. El nivel idóneo es de 80-140 ppm (partes por millón).
Una baja alcalinidad provoca variaciones en el pH. Sin embargo, se recomienda una alcalinidad ligeramente inferior a la indicada para piscinas con cloración salina, ya que de este modo se evita el aumento del pH. Algunas formas efectivas de subir la alcalinidad de una piscina con clorador salino es incrementar la producción de cloro o verter bicarbonato de sodio.
Suministrar el bicarbonato de sodio es una tarea sencilla, ya que debes diluirlo en agua, activar la filtración (y dejarla en funcionamiento durante unas seis horas) y echarlo en toda la piscina, igual que con casi todos los químicos. Aunque percibas una subida del pH, se trata de un aumento temporal que más tarde desaparecerá.
Al existir la interrelación entre los parámetros, es importante realizar un ajuste en todos ellos, por lo que tienes que corregir el nivel de la alcalinidad, del pH y del producto desinfectante en dicho orden.