Conoce cómo cuidar tu piscina de sal
13 de febrero 2024
La piscina salada se ha convertido en uno de los tipos de piscinas sin cloro más recurrentes. Cada vez son más las opciones que surgen como alternativa a las piscinas tradicionales. Sin embargo, la piscina de agua salada es la más natural y saludable del mercado hasta la fecha. La sencillez del mantenimiento de una piscina salada es uno de los principales beneficios que te aportarán este tipo de piscinas. ¿Quieres saber el resto? Sigue leyendo.
Proceso de desinfección de una piscina salada
El clorador salino es el dispositivo clave para llevar a cabo el procedimiento de desinfección de una piscina con agua salada. Este proceso es cíclico, natural y saludable para los bañistas y el entorno de la instalación.
El aparato se coloca en el sistema de depuración para convertir el agua salada en hipoclorito sódico tras pasar por la célula y los electrodos del clorador salino. Esta sustancia desinfectante se disuelve en el agua con el fin de acabar con los microorganismos presentes en la misma. Finalmente, el hipoclorito sódico se transforma de nuevo en sal.
Así, la concentración de sal en el agua no sufrirá variaciones.
Ventajas de una piscina de agua salada
Al contrario que el cloro, que es un producto químico, la sal es una sustancia natural. Este hecho garantiza numerosos beneficios de la sal respecto al cloro como elemento desinfectante.
- La sal no es nociva para la salud ni provoca afecciones a los bañistas.
- El método de desinfección es más respetuoso con el medio ambiente.
- La instalación del clorador salino es sencilla y puede aplicarse en cualquier tipo de piscinas y revestimientos.
- El clorador salino supone un ahorro económico a largo plazo, tanto en el mantenimiento como en los gastos habituales de una piscina, puesto que no tendrás que adquirir otros productos químicos para desinfectar el agua. No obstante, el desembolso inicial en esta clase de piscinas es mayor.
- No requiere de un espacio de almacenamiento para los productos químicos ni la asidua manipulación de los mismos por parte del propietario.
- No tienes que añadir sal en la piscina de forma continua, sino que solo debes hacerlo cuando sea necesario, por lo que ahorrarás tiempo y esfuerzo en el mantenimiento de la instalación.
Mantenimiento de la piscina salada
- Comprobar los diferentes parámetros de la piscina. El nivel de pH y cloro debe ser igual en una piscina de agua salada y en una piscina de cloro (un pH entre 7,4 y 7,6 y una medida de cloro de entre 1ppm y 3ppm).
- Supervisar los filtros de la depuradora cada semana.
- Limpiar la sal acumulada en la celda del clorador salino cada tres meses (mínimo).
- Mantener el agua de la piscina por encima de los 15ºC, ya que una temperatura inferior a la indicada impide la producción del hipoclorito sódico.
- Controlar el nivel de sal de la piscina: añade más sal o vacía el vaso y vuelve a llenarlo con agua limpia en función de su estado inicial. Aunque rara vez sufrirá alteraciones, una variación del nivel de sal podría provocar daños en el clorador salino.
- Proteger el agua durante el invierno con un cobertor para piscina. En este punto, debes tener cuidado con los anclajes que utilizas a la hora de fijarlo, ya que la aleación del acero tiene que ser 316L para evitar su posible corrosión a causa de la sal.
La limpieza y el mantenimiento de una piscina de agua salada deben ser regulares para verificar que el agua es apta para los bañistas. El mantenimiento de la piscina salada es más sencillo que el de una piscina de cloro, por lo que el esfuerzo físico y el tiempo que implica no será un impedimento para llevarlo al día.