Cubiertas o cobertores para piscina: conoce sus diferencias

Cubiertas y cobertores para piscina

1 de octubre de 2024

Proteger la piscina es fundamental para mantener la instalación en el mejor estado. El mayor beneficio de aplicar protección es el ahorro económico, ya que preservar una piscina aporta diversas ventajas que contribuyen a reducir los costes de mantenimiento que conlleva la instalación. La evaporación del agua, la aparición de algas, la regulación térmica o las caídas accidentales son algunos de los problemas que una tapa de piscina es capaz de solventar.

Cobertores

Es el modelo de cubierta más simple y económico. Su sencillez es su mayor virtud, puesto que ofrece diversas ventajas a pesar de su reducido coste. Además, se fabrica a medida y respeta el paisaje en todo momento al causar un impacto visual mínimo. Reduce el uso de productos químicos para el tratamiento del agua y regula la temperatura.

INVIERNO

Protegen la piscina durante la época invernal para que el agua y la instalación se encuentren en las mejores condiciones posibles al comenzar la temporada de baño.

SEGURIDAD

Es una lona con barras de aluminio transversales que tiene la capacidad de soportar hasta 80 kg de peso, por lo que son transitables para mascotas o niños pequeños. Están preparados para su uso durante todo el año y pueden ponerse y quitarse a diario con facilidad.

MANTA TÉRMICA

Aprovecha los rayos solares durante la época estival para mantener o aumentar la temperatura del agua hasta 10º, por lo que disminuye el uso de sistemas de climatización a la vez que protege la piscina y reduce la evaporación.

Cubiertas de lamas

Las cubiertas de lamas son automáticas y se deslizan sobre la superficie del agua, aportando así protección, aislamiento y seguridad. Estas lamas, fabricadas con distintos materiales y grosores, están unidas entre sí y poseen cámara de aire.

Sumergida
Permanece bajo el terreno cuando está enrollada otorgando la máxima discreción.
Elevada/en superficie
La cubierta y el enrollador se encuentran en un extremo de la piscina.

Cubiertas fijas

Las cubiertas fijas son aquellas que, una vez instaladas, permanecen en ese lugar de manera inamovible. Esta clase de cubiertas, disponibles en diferentes alturas (altas o bajas), ofrecen una gran resistencia y seguridad, además de disminuir las labores necesarias para el correcto mantenimiento del agua y, en definitiva, de la piscina.

Una cubierta fija también recibe distintas denominaciones en función de su ubicación, ya que se conocen como adosadas las que utilizan alguna pared como punto de apoyo y como independientes aquellas cuya estructura no está adherida a ninguna edificación.

  • Altas: permiten aprovechar la zona más próxima a la piscina en cualquier estación del año, puesto que la cubierta crea una cúpula que ampara tanto el vaso como el terreno de su entorno. Estas cubiertas también pueden ser telescópicas, es decir, que es posible plegarlas junto a la piscina durante la época estival con el fin de poder disfrutar de la instalación al aire libre.
  • Bajas: se trata de cubiertas fijas más discretas, ya que ocupan menos espacio que las cubiertas altas al aislar únicamente la zona de baño y, por tanto, no obstruyen la visibilidad del paisaje del entorno. Así pues, se trata de modelos más económicos que ofrecen funcionalidades similares a las cubiertas fijas altas. Sin embargo, el espacio colindante al vaso de agua no quedará resguardado, por lo que no es posible utilizarlo en circunstancias concretas como días con meteorología adversas.

Diferencias entre cubiertas y cobertores

Los cubre piscinas están fabricadas en diferentes materiales, tienen distintas alturas y están disponibles con mecanismos de accionamiento manuales o automáticos. El usuario debe elegir la mejor opción en función de sus necesidades particulares, que en algunas ocasiones tienen una finalidad práctica mientras que en otros casos también se requiere una solución estética.

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