La temperatura ideal para el agua de una piscina debe ser tibia, es decir, ni muy fría ni muy caliente. Conseguir la temperatura perfecta de la piscina es posible a través de diversos métodos, desde el uso de equipos de climatización para incrementar la graduación térmica del agua hasta enfriadores para lograr el efecto contrario.
La variación de la temperatura del agua depende de múltiples factores, tales como la orientación de la piscina, las condiciones climatológicas de la zona, el uso de la instalación, el material de construcción, el tamaño del vaso y su orientación. Se trata de condicionantes que implican un seguimiento rutinario de la instalación, puesto que podrían provocar alteraciones en la graduación térmica del agua de un día para otro.
Utilizar un termómetro sumergible es la solución más fácil y eficaz para ejecutar un control periódico, pues este medirá con precisión la temperatura sin afectar al resto de los parámetros del agua ni a la propia instalación. Además, es posible dejar actuar este utensilio en el agua tanto un tiempo reducido como de forma permanente.
El rango de temperaturas adecuado para que las personas disfruten de su piscina se sitúa entre los 24 y los 30 grados centígrados. Sin embargo, en este punto hay que tener en cuenta quién y a qué tipo de uso se va a destinar la piscina, ya que la temperatura tendrá que ser más cálida si los usuarios son niños o personas de avanzada edad, mientras que para el desarrollo de actividades deportivas deberá oscilar entre los 25ºC y los 28ºC, temperatura ideal para los músculos..
El rango de temperaturas adecuado para que las personas disfruten de su piscina se sitúa entre los 24 y los 30 grados centígrados. Sin embargo, en este punto hay que tener en cuenta quién y a qué tipo de uso se va a destinar la piscina, ya que la temperatura tendrá que ser más cálida si los usuarios son niños o personas de avanzada edad, mientras que para el desarrollo de actividades deportivas deberá oscilar entre los 25ºC y los 28ºC, temperatura ideal para los músculos.
Además de una correcta graduación térmica del agua, cabe destacar la importancia de evitar los cambios drásticos de temperatura con respecto al ambiente.
Trucos para subir la temperatura de tu piscina
Los diferentes equipos de climatización para piscina que existen (calentador eléctrico, bomba de calor, intercambiador de calor…) son aparatos que se encargan de calentar el agua y, así, alargar la temporada de baño. Asimismo, las mantas térmicas también sirven para este propósito, pues son capaces de aumentar la graduación térmica en hasta 10ºC, retener el calor y reducir la evaporación del agua en hasta un 98% durante la temporada de baño, todo ello sin consumir energía ni suponer un gasto económico más en el hogar.
Recuerda que la aparición y el crecimiento tanto de las algas como de otros microorganismos se ven favorecidos por las altas temperaturas. Además, una graduación térmica elevada condiciona la eficiencia de los productos desinfectantes, ya que se terminarán más rápido y, por tanto, tendrás que echar estos químicos con mayor frecuencia..