Descubre si puedes combinar el cloro con tu piscina de sal

12 de marzo 2024

Ante el desarrollo de diferentes alternativas respecto a las piscinas tradicionales -aquellas que utilizan el cloro como elemento de desinfección el agua-, las piscinas de sal han resultado ser una de las opciones más demandadas. Sus ventajas respecto a las piscinas de cloro son múltiples y diversas, desde el ahorro económico a largo plazo y la reducción en el empleo de productos químicos en la piscina, hasta la ausencia de afecciones en los usuarios y el respeto al medio ambiente.

Así pues, aunque tengas dudas sobre si se puede echar cloro a una piscina de sal, te avisamos de que esta acción no es necesaria. De hecho, añadir más cloro del que produce la sal puede provocar desperfectos en el sistema de cloración salina y un desequilibrio en el nivel de los productos químicos. No obstante, si necesitas aumentar el cloro de la piscina te aconsejamos incrementar la concentración de sal.

Funcionamiento de una piscina de sal

El principal elemento del sistema de una piscina salada es el clorador salino. Se trata de un dispositivo eléctrico instalado en el sistema de filtración de la piscina cuya finalidad es desinfectar el agua mediante la disolución de sal.

El clorador salino ejecuta un proceso de electrólisis que consiste en el paso del agua salada por la célula y los electrodos del aparato. En esta fase del procedimiento, el agua salada se convierte en hipoclorito sódico, es decir, en la sustancia que actúa como desinfectante al diluirse en el agua eliminando toda clase de microorganismos presentes en la piscina.

Al concluir el procedimiento, el hipoclorito sódico vuelve a convertirse en sal, por lo que es un proceso cíclico. Esta característica impide que la concentración de sal en el agua de la piscina experimente variaciones a la vez que hace más sencillo el mantenimiento de la instalación, puesto que la piscina no requiere de la adición continua de sal.

Esquema Clorador Salino

Los únicos requisitos fundamentales para asegurar que el funcionamiento de una piscina salada es el correcto son que el agua se mantenga a una temperatura superior a los 15ºC y que el clorador salino se ajuste al volumen de agua de la instalación.

En definitiva, la actividad efectuada por el clorador salino en las piscinas de sal reemplaza la acción del cloro convencional. A pesar de que el resultado es el mismo, una piscina saneada y apta para el baño, el proceso es mucho más natural. Esta circunstancia se debe a que un elemento como la sal es natural e inocuo, en contraposición a una desinfección efectuada por un producto químico como el cloro.

Cabe recordar que en la actualidad las piscinas de cloro son el tipo de piscina más extendido en el sector y, en consecuencia, el cloro continúa siendo el producto más utilizado para la desinfección de estas instalaciones a pesar de tener efectos como la irritación de la piel o los ojos de los bañistas.

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