info@cobertoresparapiscina.com
Tu carro de compra
No hay más artículos en su carrito
Descubre las opciones que existen más allá del cloro
25 de enero 2024
Lo más común no siempre tiene por qué ser lo más acertado. El cloro es el producto desinfectante por excelencia en el sector de las piscinas. Sin embargo, te podría resultar muy interesante conocer qué otras opciones existen si te está rondando la idea de empezar a formar parte de este mundillo.
Clases de piscinas sin cloro
Piscinas de bromo
El bromo es un químico capaz de llevar a cabo la misma función desinfectante que el cloro con el objetivo de controlar y eliminar los microorganismos (algas, bacterias, hongos…) presentes en el agua, pues posee un sistema de esterilización muy potente. La disolución de este elemento es lenta, pero garantiza una acción duradera.
Igualmente, cabe poner en valor la semejanza entre la capacidad de desinfección de las bromaminas (fusión de bromo y sustancias orgánicas) y la del bromo libre que, a su vez, es menos prejudicial que las cloraminas.
Su uso es muy común en piscinas cubiertas, piscinas climatizadas y spas, puesto que el bromo ofrece un rendimiento más alto cuando la temperatura del agua de la piscina supera los 28ºC. Asimismo, su rédito es igual de eficaz cuando el pH es superior a 7,4.
Sin embargo, la mayor ventaja de utilizar bromo en una piscina sin cloro está relacionada con sus efectos secundarios, pues evita la irritación en los ojos y en las mucosas de los bañistas.
El mantenimiento de una piscina de bromo es más sencillo y menos habitual que una de cloro. También requiere del uso de un kit de análisis para realizar un rápido estudio de los principales parámetros del agua de tu piscina. Está disponible en tres formatos: pastillas, tabletas y guijarros.
Como desventaja, en este caso el consumo de corriente eléctrica es más elevado y la inversión en un tratamiento con este elemento químico es ligeramente superior.
Piscinas de Sal
Otra opción si te estás planteando la instalación de una piscina sin cloro en tu jardín es la piscina salada. Este tipo de piscinas sin cloro necesitan la implantación de un dispositivo eléctrico (conocido como clorador salino) para ejecutar la desinfección del agua a través de la disolución de sal en la misma.
Así, se produce un proceso de electrólisis en el sistema de depuración que radica en el paso del agua salada por la célula y los electrodos del sistema de cloración salina donde se convierte en hipoclorito sódico, el desinfectante que se disuelve en el agua de la piscina para erradicar los microorganismos que habitan en ella. Tras finalizar el proceso, el hipoclorito sódico vuelve a transformarse en sal.
De este modo, el procedimiento es cíclico e impide alteraciones en la concentración de sal de la piscina. También es natural, ya que la sal es un elemento que no produce ningún efecto nocivo ni a los bañistas ni al entorno medioambiental de la piscina.
Es una de las alternativas más comunes a las piscinas de cloro, puesto que no requiere echar sal continuamente y esto facilita el mantenimiento.
Los únicos requisitos a los que debe ajustarse una piscina con sal para su correcto funcionamiento son una temperatura superior a los 15ºC, una limpieza adecuada y un dispositivo acorde al volumen de agua de la instalación.
Piscinas naturales
El filtrado de agua en una piscina natural es un procedimiento totalmente natural. Se lleva a cabo con la implantación de una zona hecha con tierra y algunas especies vegetales que se encargan de limpiar y oxigenar el agua sin necesidad de emplear otros productos o dispositivos adicionales.
Esta alternativa respeta y favorece tanto el medio ambiente como el entorno natural de tu casa, ya que se trata de un ecosistema en el que conviven distintas especies de plantas y animales acuáticos.
Para mantener una piscina natural en las mejores condiciones, hay que podar y limpiar las plantas en algunas épocas del año, así como cuidar la zona de regeneración de la misma.
Radiación ultravioleta
La desinfección de una piscina sin cloro mediante rayos ultravioleta tipo C ataca directamente al ADN de los microorganismos del agua, una habilidad que otorga a este método de esterilización una gran capacidad para acabar incluso con los microbios más resistentes al cloro.
El funcionamiento de este novedoso sistema es sencillo y automático: tras el filtrado del agua, esta pasa por el reactor UV y vuelve al vaso.
Es eficaz, seguro y respetuoso con el entorno natural. Además, reduce el uso de elementos químicos, no requiere una gran inversión, no genera olores desagradables en el agua y no provoca corrosiones en la infraestructura.
Oxígeno activo
El oxígeno activo, también denominado peróxido de hidrógeno, es un agente oxidante que al entrar en contacto con el agua libera oxígeno. Este frena la actividad de la materia orgánica y la destruye sin generar residuos. De este modo, purifica el agua de una manera más sostenible.
Este elemento de rápida disolución elimina productos de desecho que nutren los microorganismos. Ofrece numerosas ventajas como que no contamina, no irrita, no huele, no deteriora la instalación, no provoca reacciones químicas al mezclarse con productos químicos y no altera el pH de tu piscina.
En cambio, este tipo de tratamiento del agua es menos económico que otros más tradicionales como el cloro, su capacidad desinfectante es inferior y apenas consta de persistencia, por lo que el mantenimiento del agua requiere un control mayor. Además, pierde eficiencia si el agua tiene una alta temperatura o si el pH está desequilibrado.
El oxígeno activo es compatible con la depuradora de las piscinas de cloro, así como con los diferentes tratamientos que se aplican en una piscina.
Lo más recomendable es emplearlo a última hora del día, pues el calor favorece su evaporación y esta circunstancia implica la necesidad de aumentar la cantidad de producto que se debe usar para obtener un buen resultado.
Piscinas sin cloro
Cada usuario que opte por instalar en su jardín una piscina sin cloro deberá decantarse por el modelo que más se ajuste a sus propias necesidades según las ventajas y desventajas de cada uno de ellos, el mantenimiento que requiere o el espacio disponible.
