Conoce cuándo debes colocar tu manta térmica
14 de mayo 2024
Las mantas térmicas sirven para mantener o aumentar la temperatura del agua de una piscina, de modo que el usuario disfrute al máximo de un baño confortable en cualquier momento del día. Por ello, el momento ideal para llevar a cabo la instalación de una manta térmica en tu piscina es en primavera, puesto que es en esta época del año cuando comienzan a subir las temperaturas y los días tienen más horas de luz. Por estos mismos motivos, las mantas térmicas se pueden seguir utilizando durante las semanas siguientes al fin del verano, ya que tanto la temperatura ambiental como las horas de luz comenzarán a disminuir de maneras progresiva, pero serán suficientes para permitir que la lona continúe cumpliendo su función.
¿Por qué una manta térmica calienta el agua?
Las lonas térmicas están confeccionadas en polietileno y poseen una capa compuesta por burbujas de aire que debe permanecer en contacto directo con la superficie del agua de la piscina. La capa exterior de la lona se encarga de absorber los rayos del sol en forma de calor para, a través de las burbujas de aire, transmitir dicho calor al agua y así mantener o incrementar su graduación térmica, según el modelo y las características de la manta que utilices. Así pues, su uso está pensado para las horas en las que la piscina se encuentra fuera de uso, ya que de este modo retendrás el calor que se genera a lo largo del día.
Por tanto, se trata de un elemento que te ayudará a aprovechar tu piscina en aquellas épocas en las que, sin utilizar una manta térmica que regule la temperatura del agua, el baño no resultaría tan satisfactorio.
¿Qué otros beneficios proporciona una manta térmica?
A pesar de que su principal función es mantener o aumentar la temperatura del agua, su uso otorga diversas ventajas como reducir la evaporación del agua, evitar la caída de suciedad en la piscina y ahorrar en el consumo energético al no necesitar la instalación de otros sistemas de climatización, lo que en consecuencia supone un ahorro económico para el hogar.
Cabe recordar que la manta térmica solo se utiliza durante la temporada de baño, ya que los fenómenos meteorológicos adversos habituales del invierno pueden afectar a la lona causando daños y acelerando su deterioro. No obstante, existen otras circunstancias en las que se desaconseja el uso de la manta térmica.
¿Cuándo no usar la manta térmica en una piscina?
- Cuando la temperatura del agua alcance los 30ºC, ya que podría sobrecalentar las burbujas
- Cuando la temperatura del ambiente sea superior a los 40ºC
- Cuando la velocidad del viento sea intensa
- Cuando algún usuario se encuentre todavía bañándose en la piscina
- Inmediatamente después de aplicar algún tratamiento químico, sobre todo cuando se trata de un tratamiento de choque
- No se debe utilizar durante un tiempo prolongado en piscinas de sal
Consejos para usar una manta térmica correctamente
- No caminar, tumbarse ni saltar sobre la lona cuando esté en uso
- No nadar por debajo con la manta extendida en la piscina
- Lavar la lona con agua dulce y dejar que seque antes de guardarla
- Se guarda enrollada, sin una presión excesiva, en lugar de doblarla
- No sentarse encima cuando esté enrollada
- Almacenar en un sitio sin humedad, donde el sol no incida de forma directa y fuera del alcance de animales
Es muy importante seguir las pautas de uso y mantenimiento recomendadas por el fabricante de tu manta térmica, puesto que solo respetando dichas indicaciones podrás acogerte a los años de garantía del producto en caso de que este presente algún síntoma de deterioro en dicho periodo de tiempo. Accesorios como los enrolladores o las fundas de protección te beneficiarán a la hora de mantener tu manta en buen estado, ya que con estos complementos evitarás el roce de la lona con la piedra de coronación u otros objetos que puedan ocasionarle rasguños, roturas o desgaste.