12 de julio de 2023

Las piscinas son una excelente manera de refrescarse y disfrutar del verano, pero las lluvias en dicha estación pueden convertirse en un problema a la hora de mantener el buen estado del agua. Sin embargo, puedes tomar distintas medidas para proteger tu piscina de las lluvias de verano y mantenerla en óptimas condiciones durante toda la temporada de baño sin que las precipitaciones afecten de forma negativa a la calidad del agua.

Desagüe adecuado

El sumidero de la piscina debe estar limpio, es decir, libre de obstrucciones para permitir que el exceso de agua de la lluvia se drene de manera eficiente. Su función es aspirar tanto el agua del fondo de la piscina como la suciedad que se ha acumulado. Así pues, el sumidero favorece la circulación y filtración del agua.

Este elemento está ubicado en la parte más profunda de la piscina, aunque puede haber varios en caso de que se trate de una piscina grande. Así, es importante que el tamaño sea compatible con las dimensiones del vaso de la piscina. También es relevante el material, que debe ser resistente frente a los productos químicos de desinfección.

Manta térmica

La finalidad de los cobertores de verano es mantener o aumentar la temperatura del agua de la piscina durante la temporada del año, ya que está pensado para su uso exclusivo en esta época. Sin embargo, también sirven para obstaculizar el paso del agua de la lluvia al interior de la piscina.

En este caso, la lona térmica se confecciona a medida y se adapta con exactitud a la forma del vaso, quedando extendida sobre la superficie del agua.

Cobertor de seguridad

Una de las formas más efectivas de proteger tu piscina de la lluvia en verano es utilizar un cobertor de seguridad de piscina, ya que actúa como una barrera física que impide la caída directa del agua de la lluvia en la piscina.

El modelo Dren + destaca por ser el único que consta de un sistema de drenaje mediante malla filtradora.  Se trata de  un tejido poroso situado entre las barras de aluminio que evita la filtración de la suciedad del agua pluvial al interior de la piscina. Este sistema de drenaje se recomienda en aquellos lugares donde hay abundantes precipitaciones.

La caída de precipitaciones puede provocar una rápida crecida del nivel del agua de la piscina, por lo que es necesario mantenerlo controlado y ajustarlo cuando sea necesario para que el vaso no se desborde.

Después de una lluvia intensa, es importante realizar análisis del agua y, cuando sea necesario, ajustar los niveles del pH y los productos químicos. Además de introducir agentes externos contaminantes, las precipitaciones diluyen el desinfectante de la piscina minimizando su eficacia, lo cual puede favorecer el crecimiento de microorganismos.

También es importante que, tras un episodio de lluvias en el que suele incrementarse la presencia de residuos contaminantes (vegetación, insectos, polvo…) en la piscina, retires los desechos acumulados cuanto antes para evitar la obstrucción del sistema de filtración, así como limpiar el revestimiento para eliminar los residuos adheridos a las paredes y el fondo de la piscina.

El correcto funcionamiento del sistema de filtración es fundamental para mantener el agua de la piscina saludable y sin impurezas. Si detectas que la eficiencia del filtro se ha deteriorado, debes limpiarlo o cambiarlo por uno nuevo para garantizar que continúe realizando su labor de manera eficaz. Recuerda que la potencia del filtro debe ser proporcional al volumen de agua que alberga la piscina.

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